Hablar de Metodología en el ámbito de Escuelas de Negocios, supone incluir en nuestro discurso palabras tales como aprendizaje, experiencia, inducción, alumno, profesor, conocimiento aplicado, competencias…., entre otras.
Es un hecho que el ritmo en cuanto a aprendizaje de experiencias empresariales es muy diferente si comparamos el ámbito universitario y el de Escuelas de Negocios. Es de justicia el reconocer que la Comunidad Educativa de nuestro país está haciendo grandes esfuerzos en los últimos años para aminorar esta sima.
Las Escuelas de Negocios disponemos de un feedback constante debido entre otros a la integración en las mismas del propio tejido empresarial, permitiéndonos someter nuestro Modelo Pedagógico a un examen continuo, incorporando mejoras que nos proporcionan resultados más óptimos y en menor tiempo.
El tiempo ha manifestado que otras metodologías más populistas no son la panacea pedagógica, ni se obtienen los resultados académicos que el mercado laboral está esperando de nuestros alumnos a nivel de competencias profesionales.
Por tanto podemos entender el aprendizaje como el resultado de un proceso cognitivo en el que se interioriza cierta información y se crea conocimiento para después aplicarlo en otra situación o contexto diferente. Es muy importante que tengamos presente que aprender no es sólo memorizar información, sino que para ello son imprescindibles otras operaciones cognitivas/acciones que implican: conocer, comprender, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar (Taxonomía de Bloom).
La metodología que incorporamos en Madrid School of Marketing está basada en el Paradigma de Aprendizaje Constructivo orientado a la adquisición de Competencias Profesionales. Así mismo el modelo pedagógico está sustentado en el principio metodológico “Learning by doing” donde el protagonista es el alumno. Él construye su conocimiento a través de un aprendizaje significativo guiado por el profesor que incorpora el día a día empresarial a la Escuela.
Como parte imprescindible del proceso metodológico cabe citar especialmente la figura del docente o quizás deberíamos llamarles para ser más precisos “Asesores/Mentores”. El docente del Siglo XXI potencia el aprendizaje de los estudiantes, ayudando a construir sobre la base de la experiencia empresarial el conocimiento para que el alumno llegue a asimilar y aplicar; a analizar y evaluar procesos, resultados y consecuencias y, a elaborar, crear e innovar. Por supuesto todo ello apoyándose en el potencial que nos proporcionan las nuevas tecnologías, que facilitan el proceso y lo enriquecen.
Por tanto es obvio que un buen método de aprendizaje es el que se basa en la Inducción y en aplicación práctica de los conceptos como principio para interiorizar los mismos. En otras palabras, en Madrid School of Marketing tenemos claro que debemos partir de la experiencia (concreta y directa) para obtener una reflexión por parte del alumno y su posterior conceptualización (formación de conceptos) para obtener como último paso, la acción; es decir, el extraer hipótesis y aplicarlas a nuevas experiencias empresariales.
Los comentarios están cerrados.