En formación y desarrollo de profesionales la tecnología ha ido incorporando, poco a poco, mejoras que han modificado notablemente la manera de diseñar y ofrecer los contenidos. Los nuevos paradigmas formativos dibujan un paisaje dinámico, con factores de éxito diferentes a los que imperaban hace tan solo una década.
Uno de los principales retos que afronta actualmente el mercado es el de incorporar los contenidos a la movilidad extrema en que hoy opera cualquier profesional. Es lo que nosotros denominamos “Cup of T”, utilizando la metáfora de la hora del té pero en versión training. Se trata de que el participante, donde quiera y cuando quiera, pueda degustar 5 minutos de training como si fuera la hora del té (sin la inflexible puntualidad británica, claro).
3 claves sintetizan esta nueva tendencia en formación y desarrollo:
- Servicio Multidispositivo: El mercado demanda aplicaciones formativas accesibles desde cualquier dispositivo, que permitan al profesional realizar una acción online desde el ordenador de su puesto de trabajo, continuarla camino de casa empleando el smartphone y finalizarla sentado en el sillón con su propia tablet.
- Impactos breves y diferidos: El planteamiento casi obliga a diseñar contenidos de una duración reducida, de aproximadamente 5 minutos: módulos breves, mini casos prácticos, píldoras inmediatas… Aunque el participante puede administrar los impactos formativos, es importante diferirlos en el tiempo para optimizar el aprendizaje.
- Metodología play-learning: La gamificación de la formación, impulsada por las posibilidades que ofrece la tecnología, es un planteamiento muy adecuado para dinamizar y movilizar impactos formativos con diferentes actividades lúdicas y competitivas que impulsen la interacción del participante.
Está claro que estos nuevos paradigmas están modificando ya el mercado de la formación. Las posibilidades que ofrecen las soluciones gamificadas (hasta ahora utilizadas en marketing y comercial dirigidas al cliente final) invitan a introducir de pleno la tecnología mediante el uso de diferentes dispositivos (smartphones, tablets u ordenadores). Todo con el fin de conducir al participante hacia la resolución de actividades, individuales o grupales, competitivas o colaborativas, vía internet, en la propia sala… o dondequiera que esté: un sorbito formativo nunca está de más.
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