La «renuncia por venganza» se refiere a la decisión de un empleado de abandonar su puesto de manera abrupta como represalia ante un ambiente laboral negativo. A diferencia de la «renuncia silenciosa», donde los trabajadores se desconectan gradualmente sin renunciar, este fenómeno implica una salida inmediata y deliberada.
Según el experto Fernando Juca, esta tendencia ha ganado fuerza en 2025, generando inquietud entre las empresas y planteando nuevos desafíos en la retención del talento.
Varios factores impulsan esta conducta en la Generación Z:
- Búsqueda de equilibrio: Priorizar el balance entre vida personal y laboral lleva a rechazar ambientes que no lo permiten.
- Valores y propósito: Desean trabajar en organizaciones alineadas con sus principios éticos y sociales.
- Rechazo a la explotación: No toleran prácticas laborales abusivas o falta de reconocimiento.