Si bien la subida del SMI es una muy buena noticia, hay lagunas que hay que resolver. Después de varias deliberaciones, el Ministerio de Hacienda ha decidido que no actualizará el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) a la nueva subida del SMI. Esto supone que quienes cobran el salario mínimo actual (1.184 euros brutos al mes en 14 pagas en 2025 y 16.576 euros al año) tendrán que hacer la declaración de la Renta por primera vez ante la Agencia Tributaria.
Según fuentes de Hacienda, con el incremento del SMI la mayor parte de trabajadores que tienen ese salario «seguirán sin sufrir retenciones por el IRPF«. Aun así, hay una minoría que sí sufrirá retenciones. Los más afectados serán los solteros sin descendientes. Esto es debido a que no pueden aplicarse las deducciones por situación familiar: así, quienes cobren el nuevo SMI pasarán a pagar de 0 a 300,03 euros. El otro colectivo restante (casados, con hijos…), podrán seguir exentos por su situación personal al aplicarse las deducciones correspondientes.