El sector español de la construcción ha crecido mucho en los últimos años. El tamaño de este mercado se estima en 176.210 millones de euros en 2024, y se espera que el sector alcance los 204.290 millones de euros en 2029, con una tasa de crecimiento interanual del 3% previsto durante los años 2024-2029. A pesar del fuerte crecimiento, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística indican que los costes de construcción de edificios, incluyendo mano de obra y materiales, han crecido anualmente más de un 14%. Con el aumento del coste de los materiales de construcción y de los gastos de manutención, el riesgo de delincuencia en las obras está aumentando, lo que hace que la seguridad en las obras sea más importante que nunca.
Los servicios de seguridad son parte integral de los proyectos de construcción y protegen las obras de robos, vandalismo y accesos no autorizados. Las consecuencias de aplicar unas medidas de seguridad inadecuadas son de gran trascendencia. Las obras y las infraestructuras de construcción quedan expuestas a toda una serie de amenazas, como el robo de materiales o maquinaria valiosos, la extracción no autorizada de gas o combustible y posibles retrasos importantes en los procesos de construcción u operativos. Estas violaciones de la seguridad pueden dar lugar a complejas implicaciones legales, que se traducen en importantes pérdidas financieras y daños a la reputación.