A diferencia de sus predecesoras, la Generación Z busca una integración armoniosa del trabajo en sus vidas, exigiendo la misma satisfacción, conveniencia y apoyo en su entorno profesional que en su vida personal. La ubicuidad de los teléfonos inteligentes ha elevado las expectativas de retroalimentación inmediata y conectividad constante, tanto dentro como fuera del lugar de trabajo. Además, la influencia de las redes sociales ha alimentado el deseo de colaboración y un sentido de pertenencia en todos los aspectos de la vida, incluido el trabajo.
Es por ello, que para abordar la insatisfacción de la Generación Z, las organizaciones deben alinear sus estrategias con las expectativas de esta fuerza laboral emergente.
Descubre aquí las cinco estrategias esenciales para afrontar esta situación.