La llegada de noviembre pone de manifiesto una de las etapas más intensas en cuanto a volumen de trabajo: el Black Friday y el posterior Cyber Monday. Muchas personas son contratadas para hacer frente a un gran número de tareas de logística, gestión, envíos y repartos, especialmente ahora y durante estos últimos años, en los que el Black Friday ya no dura sólo un día, sino que puede llegar a alargarse incluso un mes, dependiendo del establecimiento. Fruto de esto, está aumentando considerablemente la oferta de trabajo: las estimaciones de Adecco apuntan que, solamente en Madrid, se generarán hasta 35.000 nuevos puestos.
Trabajar para campañas de Black Friday significa enfrentarse a intensos días de trabajo, especialmente si se tiene en cuenta que las previsiones de este año denotan un alto nivel de ventas. Según un informe elaborado por Webloyalty, se espera un gasto online un 20% superior a la edición del Black Friday del año pasado. Sin embargo, “es crucial que los empleados que se dediquen a trabajar durante esta temporada tengan claro la necesidad de llevar un control horario, ya que es frecuente acabar haciendo horas extras debido al gran volumen de trabajo”, explica Marcelo Dos Reis, CEO del Grupo SPEC, compañía experta en el desarrollo de soluciones de gestión horaria y control de accesos.
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