Un nuevo estudio ha revelado que el trabajo híbrido está generando profesionales cada vez más sanos, que dedican más tiempo al ejercicio, al sueño y a la alimentación saludable. El análisis, llevado a cabo por IWG, el mayor proveedor global de espacios de trabajo híbrido, entre más de 2000 trabajadores de distintos países de Europa, revela que el tiempo que se ahorra al reducir los desplazamientos al trabajo, ha contribuido a múltiples beneficios para el bienestar, incluyendo pérdida de peso, mejores hábitos de cocina, más salud mental y un aumento de las horas de sueño.
De acuerdo con el estudio, un profesional que trabaje en formato híbrido entrena de media 4,7 horas a la semana, comparado con las 3,4 horas de media de antes de la pandemia, siendo el entrenamiento de fuerza, el running y los paseos, las formas más comunes de ejercicio. Asimismo, duermen más, y pasan más tiempo en la cama por las mañanas, lo que alcanza las 71 horas (casi tres días) extra de sueño al año.
Los hábitos alimenticios también han cambiado de forma drástica. El 70% de los profesionales consideran que el trabajo híbrido les permite tener el tiempo suficiente para prepararse un desayuno saludable cada día, mientras que más de la mitad (el 54%) afirma tener más tiempo para preparar comidas nutritivas a lo largo de la semana. Estos trabajadores están, además, comiendo más fruta y verdura fresca (46% y 44% respectivamente), y uno de cada cinco (20%) declara comer más pescado. De igual forma, un cuarto de los empleados explica también haber disminuido su consumo de dulces desde el año 2020.
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