El empleo pierde impulso. Según los datos de la Encuesta de Población Activa del INE conocidos el jueves, entre octubre y diciembre, la ocupación disminuyó un 0,4% respecto al trimestre anterior. Por su parte, el número de desempleados aumentó en 43.800 personas.
Al cierre de 2022, la tasa de paro de las mujeres es 3,3 puntos porcentuales superior a la de los hombres: 14,6% frente al 11,3%.
La evolución del empleo en España durante 2022 ha sido positiva en un escenario de incertidumbre económica y riesgos inflacionistas. Pero no se puede obviar que el problema estructural de unas tasas de desempleo significativamente más altas que las de nuestro entorno no está resuelto, que la brecha de género sigue siendo un reto pendiente y que hay hogares vulnerables cuyo acceso al mercado de trabajo es ocasional y marcado por la precariedad. Seguir trabajando en la formación y capacitación de las personas y en la consolidación de puestos más estables y mejor remunerados es clave para avanzar hacia un mercado laboral más sólido e inclusivo.