Tras unos complicados 2020 y 2021, donde la mayoría de las personas de todo el mundo los calificó de años “horribilis”, parecía que 2022 sería el año donde todo iba a ir a mejor, pero nada más lejos de la realidad. A dos semanas de finalizar el año, podemos decir que 2022 ha estado marcado por la estabilización de la pandemia, pero también por el estallido de graves conflictos internacionales, el incremento de problemas económicos y una emergencia climática urgente, por lo que muchos coinciden en que ha sido un año difícil.
Como es habitual, existe una marcada diferencia entre cómo la gente siente que el año que termina les ha tratado a ellos y a sus familias, y cómo ha repercutido en su país en general. De media, más de la mitad de las personas (56%) describe 2022 como un mal año para ellos y su familia, pero la percepción empeora cuando pensamos a nivel país, donde, de media, un 73% declara que este año ha sido un mal año. A pesar de estos datos, ambas cifras son mejores que las de 2021 (58% y 77% de media, respectivamente) y notablemente mejores que el dramático 2020, cuando el 70% afirmaba que había sido un mal año para ellos y su familia, y el 90% dijo que había sido un mal año para su país.