La guerra por el talento continuará en 2023, por lo que las empresas deben posicionarse como empresas atractivas más que nunca. Al mismo tiempo, esto permite a los empleados tomar decisiones más conscientes. En los últimos años, los empleados se preocupan cada vez más por lo que realmente les importa, tanto en el trabajo como en su vida personal.
Concretamente para 2023, el reto del talento se caracteriza por un cambio con respecto a quién tiene el poder: los empleados son más conscientes de lo que les importa y así lo expresan. Desarrollan su talento y toman decisiones, y esperan que se les escuche y se les de voz. La flexibilidad también entra en juego aquí: los empleados exigen políticas flexibles sobre el contenido del trabajo, los contratos de trabajo, el horario, el lugar de trabajo y el empleo a tiempo completo o parcial.