La sociedad está cada vez más concienciada sobre la violencia de género. Así se demuestra en el estudio de la Percepción social de la violencia de género elaborado por la Delegación del gobierno para la violencia de género: el 92% de las personas entrevistadas la consideran “inaceptable”. Una concienciación que ha trascendido el ámbito privado para convertirse en un problema social. Gracias a la difusión mediática de los últimos años, se ha podido articular una estructura sobre la que basar los instrumentos judiciales y asistenciales necesarios para hacer frente a esta lacra, empezando por el impulso necesario para que las víctimas den la voz de alarma y encuentren una salida a su situación.
El empleo sigue situándose como unos de los aliados más potentes para que puedan construir su vida lejos del control del agresor, pero en muchas ocasiones se siguen asociando erróneamente determinados rasgos de la personalidad o comportamientos a las víctimas. La existencia de estos estereotipos se ve reflejada en los datos de la encuesta realizada por la Fundación Adecco: el 62% de las mujeres entrevistadas con motivo de este informe cree que siguen existiendo prejuicios a la hora de contratar a una mujer que acredita condición de violencia de género. Una situación que lleva a la mayoría de ellas (72,3%) a no comunicar dicha situación por miedo a que les reste oportunidades en entrevistas de trabajo o procesos de selección; solo el 27% lo comunica (normalmente, por cuestión de seguridad y también porque cuentan con una serie de derechos para garantizar su desarrollo personal y profesional).