La brecha de género laboral se mantiene y las mujeres siguen en situación de desigualdad a la hora de progresar profesionalmente. Uno de los grandes obstáculos en el camino hacia el liderazgo se encuentra en el nivel de la gerencia, donde por cada 100 hombres que promocionan al nivel de manager, solo se promueven 87 mujeres. Como resultado, los hombres superan significativamente a las mujeres en puestos de dirección y en las posiciones de alto liderazgo (la llamada C-Suite), solo uno de cada cuatro puestos directivos lo ocupa una mujer.
Asimismo, en el último año, el 29% de las mujeres han pensado en reducir su horario de trabajo, aceptar un puesto menos exigente o incluso dejar de trabajar, frente el 22% de los hombres. Además, el 37% de las ejecutivas afirma que ha tenido un compañero de trabajo que ha obtenido algún reconocimiento profesional, en comparación con el 27% de los ejecutivos hombres que declara haber experimentado la misma situación a la inversa.
“Si las compañías no toman medidas, no solo perderán a sus directivas; sino también corren el riesgo de perder la próxima generación de talento, tanto hombres como mujeres. Los jóvenes otorgan cada vez más mayor importancia al trabajo en una cultura equitativa, inclusiva y de apoyo”.