Combatir el cambio climático es urgente. Las empresas reconocen la necesidad de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero no sólo por el planeta, sino también por la sostenibilidad de sus modelos de negocio. Aunque la medición precisa y exhaustiva de las emisiones es crucial, lograrlo todavía es un reto complejo para muchas organizaciones, en especial la medición de las emisiones indirectas de sus cadenas de valor, denominadas Scope 3.
Tan sólo el 10% de las empresas miden sus emisiones de forma exhaustiva (Scope 1, 2 y 3) en 2022 frente al 9% en 2021.
Y, aunque el 92% de todas las emisiones son externas (Scope 3) según el Carbon Disclosure Project (CDP), sólo el 12% de las organizaciones encuestadas consideran el Scope 3 como su principal prioridad.