Aunque más de la mitad de las empresas reconoce la ausencia de una estrategia que garantice la diversidad, equidad e inclusión dentro de su entorno de trabajo, son pocas las organizaciones que muestran un genuino interés por implementar acciones o políticas internas para revertirlo. Un grupo especialmente afectado es el de las personas con discapacidad.
En materia de inclusión laboral, la principal preocupación de las empresas es lograr la equidad de género (45%), en segundo lugar contar con un equipo de trabajo generacional más diverso (21%) seguido por las personas con alguna discapacidad (14%). En lo que respecta a la comunidad LGBTQ+ (7%) y las personas de raza o etnias diferentes, estos grupos se encuentran entre los de menor prioridad para integrar al entorno corporativo.
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