Uno de los retos del teletrabajo es conseguir crear espacios dentro del hogar donde potenciar lo mejor de las cualidades profesionales y ser 100 % productivos. La zona de trabajo debe invitar al orden y al bienestar de la persona porque así se garantiza mejor rendimiento y una productividad alta.
Cada día llegamos a pasar una media de seis a ocho horas trabajando. El entorno de trabajo es una prolongación de nuestro hogar, por lo que algo tan sencillo como crear y decorar este espacio usando las prácticas del orden y el minimalismo puede mejorar nuestro rendimiento laboral y fomentar el éxito empresarial.
Las zonas de trabajo desordenadas pueden provocar efectos negativos sobre nuestro estado anímico, así como en la capacidad de concentrarse, disminuyendo la productividad e incluso modificando la rutina del sueño. No es necesario disponer de un espacio perfecto, no hay que confundir bienestar con obsesión, cualquier extremo es peligroso. Es evidente que preocuparnos excesivamente por el desorden puede volvernos exigentes y neuróticos.
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