Aunque no por mucho tiempo, es todo un placer poder despedir a estos tres inseparables de las rutinas laborales de la mayoría de profesionales españoles. Las vacaciones de Semana Santa nos van a permitir levantarnos sin ese odioso sonido, dejando atrás el ‘martilleo’ que muchos tienen como tono de alarma e, incluso para los más espirituales, ese sonido de selva amazónica, puesto que dejará de sonar en el móvil para disfrutar de ese tipo de sonidos de la naturaleza en vivo y en directo.
Estos días las únicas prisas serán, y ahora sí, bien recibidas, para el vermút, la procesión o la comida familiar.
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