Vivimos en una época convulsa en la que estar informados es vital. Sin embargo, es importante elegir inteligentemente las fuentes que consultamos, de manera que no terminemos alimentando una ansiedad desmedida. Sin duda, es un buen momento para dejar de leer noticias de procedencia dudosa o dejar de ver programas sensacionalistas, así como desarrollar la costumbre de contrastar toda la información y abandonar el hábito de revisar la prensa a cada minuto.
Sin duda, es una buena manera de reducir el estrés en nuestro día a día.
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