Mientras que la economía nacional se va recuperando poco a poco, los impagos siguen causando dificultades económicas y operativas para una gran parte del entramado empresarial. Una de ellas es la imposibilidad de contratar nuevos empleados. De hecho, según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, el pago tardío de facturas por parte de clientes obstaculiza la creación de empleo del 42% de las empresas españolas.
Estas cifras estarían en línea con las principales estadísticas oficiales registradas en el último Observatorio de Morosidad de Cepyme, publicado a primeros de febrero, que muestra que el 70,5% de las facturas emitidas se abonan con retraso y que el periodo medio de pago ha crecido hasta los 82,5 días, por encima de los 60 establecidos por ley. Esto demostraría que la reapertura de la actividad no se ha traducido en un impulso del pago de la deuda atrasada, sino que continúa afectando a pilares imprescindibles de las organizaciones como la ampliación de plantilla.
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