¿Quién no conoce a alguien, más cercano o más lejano, que se ha perdido celebraciones de Navidad por culpa del COVID-19? Cuando parecía que la pandemia nos daba un respiro prácticamente definitivo, pum, llegó la cepa Ómicron para fastidiar las navidades a cientos de miles de españoles que no han podido pasar las fiestas con sus familias. Y lo peor de todo: pasarlo solo. ¿Os imagináis celebrar Nochebuena metido en tu habitación? ¿O comer las uvas en solitario sin brindar con nadie? Pues esta ha sido la negativa realidad de muchísimas personas en estas fiestas navideñas.
Y los que más lo sufren… ¡los padres!
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