Hoy en día, muchas organizaciones posibilitan que sus empleados accedan a distintas aplicaciones basadas en la nube, servidores, almacenes de datos y a otros recursos corporativos prácticamente desde cualquier dispositivo y ubicación. Este hecho se ha convertido en algo esencial para apoyar la productividad de los trabajadores durante la pandemia, pero también puede facilitar que los empleados eludan las políticas de confidencialidad a menos que se establezcan los controles adecuados.
La conclusión es que, ya sea por accidente o premeditación previa, los empleados que abandonan sus empresas pueden acabar causando importantes daños financieros y de reputación si los riesgos no se mitigan adecuadamente. El costo de los incidentes relacionados con la información confidencial se disparó un 31% entre 2018 y 2020, para alcanzar los casi 11,5 millones de dólares. Esto provoca que los procesos de salida de personal eficaces sean parte esencial de cualquier estrategia de seguridad.
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