¡Qué ganas teníamos de este momento! A partir de hoy, despedimos al despertador, ese aparatejo que nos trae locos cada mañana y nos indica el comienzo de un día con agendas completas, reuniones, llamadas, correos… ¡STOP! Agosto llega como nuestro salvador y ahí los despertadores no están permitidos (siempre y cuando no sea para una causa justificada y de gran relevancia como no peder el avión con destino a nuestras vacaciones o para coger sitio en la playa).
¡Chao despertador! ¡Nos vemos a la vuelta!
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