Después de meses sin pisarla parece que septiembre será el mes donde la mayoría de las empresas invitarán a sus empleados a volver. Esto implica nuevas rutinas que nos obligarán a remodelar nuestros horarios de conciliación.
Ante el desafío que supone abandonar el teletrabajo y regresar a la ya lejana antigua normalidad laboral (al menos a parte de ella) pueden despertarse en nosotros diferentes tipos de incomodidad o malestar psicológico que, si no sabemos enfocarlo bien, puede desembocar en estrés o ansiedad.
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