El teletrabajo está ya plenamente instalado en las vidas de trabajadores y organizaciones, se ha normalizado rápidamente y ha demostrado sus enormes beneficios. Sin embargo, mal gestionado, puede provocar graves problemas de salud a los empleados. Especialmente en el apartado mental.
Aumento de la irritabilidad, ansiedad, problemas oculares, osteomusculares, sobrepeso, aparición de miedos y rechazo de la tecnología, problemas de autoestima por la percepción de incapacidad para afrontar sus obligaciones, frustración, menor satisfacción e interés por su trabajo… Son algunos síntomas de este mal, que, de no atajarse, aumentará cada año entre las plantillas más dispersas físicamente.
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