Las reuniones frecuentes suelen ser uno de los quehaceres menos agradables de la rutina de la oficina. La transición al trabajo remoto y a las reuniones virtuales no ha ayudado, dado que los profesionales siguen experimentando fatiga por las videollamadas y se sienten más cansados al final de la jornada laboral.
Como muestra la reciente investigación de Kaspersky, algunos empleados encontraron una excusa para saltarse algunas de sus llamadas: fingieron que sus dispositivos de trabajo no estaban disponibles debido a las actualizaciones. Algunos empleados ven este tiempo de inactividad del dispositivo como una oportunidad para procrastinar, ya que el 24% de los encuestados en España admite que ha instalado actualizaciones para perder tiempo en el trabajo deliberadamente.
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