La pandemia ha trascendido el aspecto sanitario para desatar una emergencia social sin precedentes, que afecta en mayor medida a las personas con discapacidad y a sus familias, al encontrar tradicionalmente mayores dificultades de acceso al empleo y tener que asumir gastos extra derivados de la atención a la discapacidad.
En concreto, en los 3 primeros meses de este año, las personas con discapacidad han suscrito 23 818 contratos. Se trata del segundo descenso consecutivo en la contratación de personas con discapacidad, tras 7 años de incrementos.
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