Las medidas orientadas a contener la expansión de la Covid-19 han tenido numerosas repercusiones económicas, si bien sus efectos han sido heterogéneos a nivel de región, sector y colectivo de trabajadores. Si bien desde una perspectiva sanitaria la Covid-19 ha afectado de manera más grave a las personas mayores de 50 años, en el ámbito laboral este colectivo es el que menos ha sufrido a lo largo de 2020.
En una situación opuesta se encuentra el colectivo de menores de 25 años, que a pesar de haber resistido mejor el impacto del virus en el ámbito de la salud, ha sido el grupo más afectado desde un punto de vista laboral. Durante el último año, casi uno de cada cuatro jóvenes menores de 25 años ha perdido su empleo o se ha visto afectado por un ERTE en nuestro país. A su vez, alrededor del 40% de los jóvenes se encuentra actualmente en desempleo, frente al 12,7% en los mayores de 50 años.
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