Según estudios publicados, la mitad de los empleados afirman sentirse bloqueados por la incertidumbre del momento.
Tras ya un año de crisis sanitaria la salud mental-emocional de los trabajadores puede resentirse y que empiecen a aflorar emociones como la tristeza, la apatía o el hartazgo. Por otro lado, la imposición en muchas compañías del teletrabajo, ha contribuido a una sensación de soledad y aislamiento nada favorable.
Pese a que esos sentimientos son completamente normales, el problema viene cuando todo ese cúmulo de emociones asociadas a la situación actual se enquistan en los empleados y tienen una consecuencia directa en el trabajo.
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