Según los últimos datos del estudio de Cigna, ‘COVID-19 Global Impact’, las finanzas personales y familiares se sitúan como la cuarta (30%) y la quinta (29%) causa de estrés en España, respectivamente, después de la incertidumbre sobre el futuro, el riesgo de contagio por COVID-19 y la sobreinformación sobre la pandemia. La tensión psicológica experimentada por quienes sufren preocupaciones económicas se denomina ‘estrés financiero’.
Si se padece de forma continuada, puede convertirse en un factor de riesgo que favorezca la aparición de alteraciones del sistema inmune, problemas cardiovasculares, tensión muscular, depresión o insomnio, entre otros.
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