Según un informe publicado por Banco Santander, las personas jóvenes, que partían de una posición más vulnerable en el mercado laboral, están siendo las más damnificadas por la pandemia, con una mayor precarización en el colectivo femenino – menor tasa de empleo, mayor tasa de contratos temporales y mayor tasa de paro – con especial agravamiento si se consideran variables como la nacionalidad o el nivel de estudios.
Además, se han detectado nuevos obstáculos para su incorporación al mercado laboral, porque los sectores que habitualmente brindan a los jóvenes su primera experiencia a la vida laboral, son los más afectados por las medidas de distanciamiento social. Durante los meses de confinamiento, se acentuó todavía más la desaparición de jóvenes del mercado laboral.
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