Lo decimos todos los veranos y no aprendemos. Menos si cabe este, marcado por el coronavirus. La temporalidad del mercado laboral española provoca que el pico de ofertas de trabajo en verano sea alto pero su duración sea escasa. Apenas dos o tres meses que, para muchos, son el sustento del resto del año. Este septiembre, como ya es tradición, se ha vuelto a reducir la oferta laboral.
¿Y si buscamos un cambio?
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