Más allá del fondo del asunto, más lejos de si es bueno o malo lo que implica, el mero hecho de lo que representa el citado pacto es para taparse… o peor, para avergonzarse. Muchas veces el fondo no justifica los medios y, en este caso, los protagonistas del pacto menos aún.
¡Esperemos un final feliz!
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