Y no tacho porque no me deja el editor. Tacharía la palabra teletrabajo, porque el problema no lo tiene esta forma de laborar en remoto que solo da facilidades y ahorro de costes. El problema por un lado lo tienen las empresas que provocan que sus empleados tengan que emplearse más horas, ya no de las estipuladas, sino de las saludables; porque parece que la exigencia no hace más que crecer y que con esto de trabajar en remoto no hay horarios. Por otro lado, el problema lo tenemos los trabajadores, que tampoco sabemos cuándo ni como desconectar. Unas veces simplemente por impresionar a la empresa y demostrar que seguimos siendo productivos, y otras simplemente por exceso de trabajo, no saber gestionarlo y no dejarlo para otro momento.
¡El problema no es del teletrabajo… es de las personas!
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