Todo lo bueno tiene su parte negativa. Está claro que el teletrabajo -cuidado, no este que estamos haciendo sino el teletrabajo de una realidad laboral ‘normal’- tiene muchísimos aspectos positivos: descanso, agilidad, bienestar, conciliación… Pero su parte mala, quizá la peor, es la imposibilidad de desconectar del trabajo. Al tenerlo todo tan a mano todos nos quedamos más tiempo sentados frente al ordenador o nos ponemos a hacer algo fuera de nuestro horario laboral. Sin duda…
¡Un aspecto a mejorar!
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