Con las grandes empresas ya apostando por el trabajo en remoto y la flexibilidad de horarios y lugares de trabajo, todavía quedan muchas compañías -especialmente pequeñas y medianas- en las que, pese a poder, no se acepta el teletrabajo. Sin duda es una lástima pues, aunque no sea todos los días, en ciertos momentos de la semana laboral o en determinadas circunstancias puede tener un impacto muy positivo tanto en felicidad de la plantilla como en productividad.
¡Miren hacia adelante!
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