Trabas al teletrabajo, trabas a las vacaciones, trabas a la flexibilidad… y trabas hasta cuando te pones malo. Es una gran noticia la derogación de la ley que permitía a los empresarios despedir a sus empleados tras una baja justificada pero no deja de ser preocupante la desconfianza que muchos de ellos siguen teniendo en esos casos, especialmente al enfermar.
¿Qué pasa que no nos creen?
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