Ya estamos en julio, en pleno verano, y el calor empieza a pasar factura. Noches sin dormir, contrastes de temperatura, agobio en los transportes y otros puntos de aglomeración… Al final, en estas condiciones, la productividad de cada trabajador tiende a bajar y aumentar su agotamiento. Así que esperemos que el verano sea lo más liviano posible.
¡A dar uso del aire acondicionado!
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