Resulta que solo un 11% de los empleados se sentiría cómodo hablando con su jefe sobre sus problemas de salud mental, un porcentaje que se reduce al 9% si hablamos de los responsables del departamento de RRHH. Yendo más allá, Ni siquiera la mitad se lo comunicaría a sus amigos a sus compañeros.
¡Una falta de confianza fatal para las relaciones laborales!
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