Con la llegada del otoño las visitas al médico por resfriados y gripes aumentan. La caída brusca de las temperaturas incrementa el riesgo de contagio al bajar nuestras defensas y son muchos los trabajadores que acaban enfermando. Una situación ante a la que a los empleados no les queda más remedio que acudir al médico, muchas veces, en horario laboral.
Sin embargo, estas visitas, que son necesarias para la salud del trabajador no se incluyen entre los permisos retribuidos que recoge el artículo 37.3 del Estatuto de los Trabajadores, por lo que la empresa no tiene la obligación de pagar ese tiempo en el que se ausenta el empleado.
“Es decir, nuestra compañía puede descontarnos del sueldo el tiempo que hemos utilizado para acudir a la consulta o exigirnos que recuperemos esas horas en otro momento. A no ser que el convenio colectivo por el que nos rijamos, especifique lo contrario”, explican desde Tramitapp, plataforma de gestión de recursos humanos.
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