Los hombres siguen siendo menos pragmáticos, como ocurría hace 15 años y abordan los problemas con enfoques más teóricos.
Las mujeres han ganado en independencia y ya no buscan las directrices de sus superiores como hacían antes, toman más decisiones de acuerdo con su criterio.
En conjunto, ahora existen menos diferencias entre hombres y mujeres. Se ha dado una clara convergencia de estilos de trabajo.
Las mujeres tampoco han dejado atrás aquel celo por sus tareas en cuanto a dedicación y compromiso y siguen siendo más fiables que los hombres 15 años después.
Igualmente, las mujeres mantienenuna destacada tendenciaa las relaciones sociales en el trabajo.
Por último, en cuanto al marcado perfil de liderazgo que revelaban los hombres frente a las mujeres, éste se ha visto suavizado con los años y ya no es algo que les defina, se ha transformado en una mayor confianza en sí mismos, menos palmaria que el estilo de mando impositivo de hace 15 años
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