En ocasiones nuestro frenético ritmo diario no nos deja mucho tiempo para actividades que estaríamos encantados de llevar a cabo.
El estrés no es buen compañero para nada y para nadie.
En ocasiones nuestro frenético ritmo diario no nos deja mucho tiempo para actividades que estaríamos encantados de llevar a cabo.
El estrés no es buen compañero para nada y para nadie.
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