Ya lo dice el refrán: Dichosos nuestros imitadores, porque de ellos serán nuestros defectos.
Y propias, las ideas que, por mucho que se quiera, no pueden tener.
Ya lo dice el refrán: Dichosos nuestros imitadores, porque de ellos serán nuestros defectos.
Y propias, las ideas que, por mucho que se quiera, no pueden tener.
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