El virus de la hepatitis C ha registrado un repunte en España y en los países de la Europa occidental debido al aumento de la inmigración procedente de "zonas endémicas", según explicaron hoy expertos en el VIII Encuentro Internacional de Hepatitis Virales, que se celebra entre hoy y mañana en Barcelona.
Durante la presentación del evento, el jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Esteban Mur, atribuyó un aumento de esta enfermedad en España a la llegada de extranjeros de "zonas endémicas" como Europa del este y África.
"El problema de la inmigración es que viene un hombre solo y joven y tiene relaciones con otros y al ir de un país endémico a otro que no lo es se expande" el virus, explicó, al tiempo que abogó por aumentar las análisis para detectar esta infección y extremar las precauciones para evitar esta transmisión.
De hecho, los expertos calculan que 900.000 personas de toda España están infectadas por el virus de la hepatitis C –unas 140.000 en Catalunya– y "sólo un 10%" lo sabe, aseguró Mur, quien explicó que esta enfermedad es "asintomática" durante los primeros 25 ó 30 años después de ser contraída.
Asimismo, la hepatitis C es la forma más común del virus y su transmisión se debe a la "reutilización de jeringuillas en mal estado". Pocos de estos casos se atribuyen a las transfusiones de sangre, porque desde hace más de una década se ha intensificado el control, en este sentido.
También por el miedo a contraer el Sida ha descendido la prevalencia de este virus en Occidente "porque la gente tiene mucho más cuidado con las drogas", sostuvo.
TAMBIÉN AUMENTA LA HEPATITIS B
Según el experto, últimamente también ha incrementado el número de personas con hepatitis B, al igual que en el otro caso, en las grandes ciudades y por la inmigración. No obstante, esta infección "se transmite desde las madres a sus hijos" durante el embarazo.
Asimismo, actualmente acuden a las consultas de los médicos nuevos casos de infectados "de 50 años" y que "en su juventud jugaron con la droga" y "compartieron jeringas", observó el experto. Además, "antes en las familias había sólo una jeringuilla y se usaba para todos", afirmó.
Por su parte, Eugene R. Schiff, de la Universidad de Miami en el estado de Florida, apuntó que el 80% de los pacientes que padecen hepatitis C la sufre de forma "crónica" y un 30% de todos ellos tienen una cirrosis hepática "a lo largo de los años", añadió.
No obstante, insistió en que "el gran drama" es que sólo un 10% de estas personas sabe que padecen esta dolencia, ya que "si no son identificados no pueden ser tratados". Schiff observó que "el punto trágico de mucha gente que no ha sido diagnosticada es que un 30% de estas personas morirá por complicaciones de una cirrosis", añadió.
En cualquier caso, una de las novedades que se presentó en el encuentro se refirió al ámbito del tratamiento a través de inhibidores de proteasa, que funcionan evitando la replicación del virus y demuestran una eficacia de alrededor del 50%.
Los expertos señalaron que en la actualidad es posible reducir a la mitad la duración del tratamiento de la hepatitis C con la terapia combinada de dos moléculas que son el 'peginterferón alfa-2b' y la 'ribavirina' en pacientes con genotipo 1 y baja carga viral.
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