Un tribunal francés dictó ayer la pena máxima, 75.000 euros de multa, contra la compañía industrial Alstom por el delito de 'puesta en peligro de la vida de otro' por no haber protegido de los riesgos de trabajar con amianto a los empleados de su planta de Lys-lez-Lannoy, entre 1998 y 2001.
El Tribunal de Lille (norte de Francia) condenó además a Alstom a pagar 10.000 euros de indemnización a cada uno de los 150 antiguos empleados de la planta de Lys-lez-Lannoy que se habían constituido en acusación particular, así como a las asociaciones que estaban como partes civiles en el juicio.
De esa manera, la Corte siguió en esos dos puntos la requisitoria pronunciada el pasado 22 de mayo por la Fiscalía y la reclamación de la acusación particular y de las partes civiles.
Por contra, el tribunal fue algo más clemente con el ex director de la filial Alstom Power Boilers Bernard Gomez, al condenarle a 30.000 euros de multa y nueve meses de prisión exentos de cumplimiento, lo que supone tres meses menos de lo reclamado por el Ministerio Público.
Alstom, que era propietaria de esa fábrica de calderas vendida en 2001 cuando tenía una plantilla de 360 personas y que fue objeto de una liquidación judicial dos años después, deberá exponer esa sentencia en su sede central durante dos meses.
El tribunal acompañó su sentencia con la obligación de Alstom a difundir el dictamen en periódicos de tirada nacional y regional.
Alstom y Gomez defendieron en todo momento su inocencia y dijeron que habían respetado la legislación sobre medidas de protección laboral frente al amianto, en concreto un decreto de 1996 sobre la protección de los trabajadores contra 'los riesgos de inhalación de polvo de amianto'.
Los abogados de Alstom y de Gomez habían pedido la absolución de sus clientes, al considerar que la posible contaminación de algunos de los trabajadores por amianto se produjo en periodos anteriores a los que fueron examinados en el juicio, de 1998 a 2001.
Los comentarios están cerrados.