El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) ha advertido que incluso los mejores sistemas de ventilación y desionización contra el tabaco sólo son capaces de eliminar el 30% de las partículas tóxicas del humo de tabaco, y que se muestran «del todo ineficaces para eliminar las sustancias volátiles, que son precisamente las mas peligrosas para la salud», explicó el presidente del CNPT, el doctor Rodrigo Córdoba.
En opinión del CNPT, del que forman parte miles de profesionales sanitarios y algunas de las más importante sociedades científicas implicadas en la lucha contra el tabaco, como la Medicina de Familia, Neumología y Cirugía Torácica, Cardiología o Neumología, el tiempo para proceder a las garantías que exige la ley en defensa de los no fumadores se está agotando –finaliza el 1 de septiembre– sin que la mayoría de los hosteleros se hayan adecuado a la norma, lo que puede exponerles a fuertes sanciones económicas a partir del próximo mes».
Los médicos y resto de personal sanitario que forman parte de esta entidad entienden que la alternativa basada en los procedimientos de ventilación (conocidos en el argot del sector como papeleras o cortinas de humo) que los hosteleros de alguna comunidad autónoma, como es el caso de la valenciana, han decidido incorporar a sus negocios basándose en una interpretación laxa de la ley, no concuerda «ni con el espíritu ni con la letra» de ésta.
«Tal como está redactada la ley en sus artículos 8.1 b) y 8.1.c), en ningún caso se permite instalar cortinas de aire como método de separación de zonas, por lo que los responsables de estos locales tienen dos opciones: o hacer una separación física y completamente compartimentada, es decir, un tabique con puerta de acceso, o bien no permitir fumar en todo el local», señaló el doctor Rodrigo Córdoba, para quien «ésa es la interpretación que hacen invariablemente los juristas serios, rigurosos e independientes».
OBLIGA A TODAS LAS COMUNIDADES
Además, señaló que la ley fue aprobada en diciembre del pasado año por el Parlamento y tiene carácter básico, «lo que significa que obliga a todas las comunidades autónomas y que ninguna de ellas puede aprobar a su vez decretos (como de hecho ha efectuado el gobierno valenciano) que desvirtúen su contenido».
En este sentido, estos expertos recuerdan que estos «sistemas milagro», como los califican, resultan inoperantes a la hora de combatir el riesgo del tabaquismo pasivo. Para ello se amparan en serios estudios, algunos de ellos promovidos incluso por los propios empresarios de este sector tecnológico, en los que se concluye que tales sistemas no impiden la contaminación ambiental por humo de tabaco. De ahí que exijan que se cumpla la ley tal como ésta indica, es decir, con una compartimentación física del espacio reservado para fumadores.
Entre los dictámenes sobre la falta de eficacia de esos métodos, el CNPT destaca los realizados por la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción Refrigeración y Aire Acondicionado, el Cirujano General de Estados Unidos (la máxima autoridad sanitaria en este país, equivalente a los ministros de sanidad europeos, difundió recientemente un informe demoledor al respecto) y los propios fabricantes de estos sistemas.
Por otra parte, la apelación concreta de algunos hosteleros a que estos dispositivos de ventilación incorporan tecnología de la NASA, le parece al presidente del CNPT «sencillamente patética». En su opinión, los institutos y entidades que avalan afirmaciones como ésta «no tienen la menor credibilidad en la materia y no son más que invenciones generosamente estimuladas por el dinero de la industria tabacalera, que es la verdadera interesada en que se difundan despropósitos como éstos para que fracasen las iniciativas legales contra el tabaco». De hecho, sostiene que «hay pruebas documentales» de que determinadas empresas relacionadas con la calidad del aire están vinculadas con las grandes firmas tabaqueras.
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