Todos los aparatos electrónicos están expuestos a graves problemas si se ven afectados por los miles de voltios que puede descargar una tormenta. Y el problema no es «sólo» la avería del aparato, sino la pérdida de los trabajos archivados durante semanas o meses.
Por eso, y como siempre se dice y pocos hacen: realice copias periódicas de seguridad de su disco duro. Unos minutos de trabajo extra le pueden evitar el disgusto del siglo. Pero claro, si hace sus backups en un disco duro externo, desenchúfelo después.
Por otra parte, no piense que estar con su ordenador resguardado en una casa que incluso cuente con un pararrayos es una patente de corso ante el peligro que entrañan los rayos. Los pararrayos sólo sirven si los rayos llegan desde arriba.
Pero muy a menudo los rayos llegan por el suelo y se meten desde allí en la instalación eléctrica. En casos graves puede producir incluso explosiones e incendios. Para evitar en lo posible estos casos y si no puede apagar y desenchufar durante unos momentos su ordenador, lo que sería lo más aconsejable, enchúfelo sólo en clavijas especiales que regulan y protegen contra la sobretensión.
También hay que tener en cuenta que el rayo puede entrar en su ordenador a través de la línea telefónica, lo que también se puede evitar con enchufes especiales. Pregunte en su proveedor habitual. Si tiene asegurado su ordenador no crea que automáticamente está incluido el seguro en caso de destrucción por un rayo. Infórmese antes de tener un disgusto.
Tenga también en cuenta que corre más riesgo de verse afectado por una sobretensión si tiene varios aparatos enchufados en una regleta con muchos enchufes. Evite además el caos de cables de impresoras, ordenador, módem, escáner, etc. Si tiene un poco de tiempo durante este verano, aprovéchelo para poner orden en sus cables.
Los comentarios están cerrados.