Un estudio que ha elaborado recientemente el Instituto de Estudios Laborales (IEL) de ESADE, financiado por la Agència d’Avaluació Tecnològica i Recerca Mèdiques (AATRM), analiza el perfil del médico “quemado”, con síndrome de agotamiento profesional (burnout). El estudio muestra como cerca de un 38% de los médicos catalanes encuestados, casi cuatro de cada diez, reconocen sentirse muy quemados o moderadamente quemados.
El análisis, además, descubre que, contrariamente a lo que se acostumbra a pensar, son los factores organizativos y no las características personales los que tienen una relación más importante con el burnout. Es decir, la inexistencia de posibilidades de promoción interna, la no flexibilidad horaria o la no disposición de salas para el descanso o de atención a familiares, son factores que están estrechamente vinculados con el síndrome de agotamiento profesional.
El informe concluye que los médicos con el riesgo más alto de sufrir burnout son los que se encuentran en una situación laboral límite: no perciben ningún estímulo positivo a la tarea que realizan y están insatisfechos con su trabajo actual. Este tipo de profesionales perciben una elevada carga de trabajo y reconocen que si pudieran decidir de nuevo si aceptaban o no su trabajo decidirían no hacerlo.
Por otro lado, el estudio pone de manifiesto la existencia de un colectivo con un riesgo medio de burnout. Este grupo incluye a médicos que perciben cierta incongruencia entre sus valores y la institución en la que trabajan, y aunque reconocen cierto grado de insatisfacción en su trabajo son activos y se sienten implicados. Éstos, aunque no se encuentran en una situación límite, son conscientes de su estado y han decidido automedicarse.
El IEL ha realizado el estudio de acuerdo con las respuestas de 532 médicos de los cuatro colegios profesionales de Cataluña (Girona, Tarragona, Lleida y Barcelona).
La automedicación, una falsa solución
El informe muestra como el 20% de los médicos encuestados se autorecetan psicofármacos. Esta acción individual es lo que les ha evitado llegar a situaciones más extremas.
“Resulta paradójico que, mientras el estudio indica que el burnout esta más ligado a las situaciones y al entorno de trabajo que a los factores personales del médico, las medidas terapéuticas que son usadas de forma más habitual responden a un enfoque individual”, explica el profesor Simon Dolan, coordinador del estudio.
El estudio del Instuto de Estudios Laborales de ESADE pretende evaluar la relación existente entre factores individuales, laborales, culturales y organizativos con la prevalencia de la patología en el personal médico de Cataluña. Se han llegado a identificar los perfiles profesionales de mayor riesgo de padecer el Burnout. En este sentido, el IEL está desarrollando nuevas líneas de investigación en el área de la prevención de riesgos psicosociales a nivel internacional.
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