El presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), Reinaldo Rodríguez, ha afirmado que el servicio de Internet por banda ancha es en España, al menos, un 25 por ciento más caro que la media europea y que, en algunos casos, esta diferencia podría llegar hasta un 50%.
Rodríguez presentó ayer en el Senado el informe anual sobre las Telecomunicaciones en España correspondiente al 2005 y destacó el buen comportamiento del sector en un año en el que «la única parte oscura» ha sido la evolución de la banda ancha que, aunque ha crecido, lo ha hecho «menos rápido» que los países competidores.
En rueda de prensa posterior, Rodríguez dijo que, si se compara el servicio de banda ancha de un mega, que usa el 85 por ciento de los clientes españoles, se puede calcular que es, al menos, un 25 por ciento más caro que la media europea y con algunos países puede ser un 50 por ciento superior.
Para resolver la situación, dijo, la CMT ha encargado un estudio específico y ha modificado este mercado, por lo que en la segunda parte del año establecerá un precio mayorista (el de los operadores) orientado a los costes y no a los servicios minoristas de Telefónica como sucedía hasta ahora.
Además, dijo, este año se están consolidando los operadores que ofrecen servicios a través del bucle local de abonado de Telefónica (servicios directos), que están incrementando la competencia y que permiten ofrecer una tecnología de banda ancha diferente a la de Telefónica.
Explicó que ya hay algún operador de bucle instalado en 500 centralitas, lo que le permite llegar a entre el 55 y el 60 por ciento de la población, y varios con 400 centralitas, y esto supone mayor oferta competitiva.
El presidente de la CMT destacó el crecimiento del mercado de las telecomunicaciones en 2005, con una facturación de 40.878 millones de euros, un 9,9 por ciento más que un año antes.
Asimismo, dijo que hay un cambio de tendencia en la inversión con un incremento del 19 por ciento sobre 2004 hasta 5.581 millones de euros.
Prueba de la buena evolución ha sido el incremento del 5,1 por ciento del empleo en el sector, hasta 92.468 personas, debido a los nuevos 5.000 empleos de los operadores alternativos que han compensado la tendencia decreciente de Telefónica, que todavía acapara el 35,9 por ciento del empleo del sector.
Rodríguez hizo hincapié en el importante incremento de la telefonía móvil, con cuatro millones de líneas nuevas, a pesar de su elevada penetración (un 94 por ciento al finalizar el año) y contar con 42,6 millones de líneas.
Por primera vez, las líneas de contrato, 21,9 millones, superaron a los 20,7 millones de prepago.
El tráfico móvil creció un 28 por ciento debido al incremento de llamadas al mismo operador influidas por la bajada de precio, lo que no sucedió entre llamadas entre operadores distintos, según el informe.
Este sector móvil facturó 16.621 millones de euros por servicios finales y 4.201 por servicios mayoristas, un 14,9 por ciento y un 4 por ciento más que en 2004, respectivamente.
El presidente de la CMT afirmó que sigue incrementándose la competencia en móvil y que «hay mucho margen para reducir precios de las operadoras» pero que para ello hay que introducir un mayor número de agentes.
En este contexto destacó el papel que pueden tener los operadores móviles virtuales que ofrecerán sus servicios a través de las redes de las empresas de telefonía móvil actuales y reiteró que la CMT no intervendrá en las negociaciones de estas operadoras hasta que las virtuales lo soliciten.
Respecto al anuncio de la salida al mercado del cuarto operador de telefonía móvil Xfera, Rodríguez no se quiso pronunciar todavía sobre el tipo de oferta que va esta empresa va a presentar y explicó que cuenta con una licencia y puede salir al mercado sin la intervención del regulador.
Preguntado sobre el nuevo reglamento para los precios del roaming o llamadas de telefonía móvil en el extranjero que mañana aprobará la Comisión Europea, recordó que se trata de una propuesta que después tendrá que pasar por el Consejo y el Parlamento.
Recordó las diferencias entre la postura de la CMT y el resto de los reguladores europeos y de la Comisión entre otras, porque España quiere que se tenga en cuenta su carácter turístico.
Esta particularidad hace que los operadores tengan fuertes inversiones en determinadas zonas para atender el incremento ocasional de usuarios durante tres meses, ya que no tenerlo en cuenta supone un sobrecoste para el cliente español.
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