El científico español Ramón Cacabelos, director del Centro Médico EuroEspes con sede en Bergondo (A Coruña), abogó ayer por la idea de que las empresas ‘premien’ a los directivos que cuiden de su salud, alertando de que conductas cotidianas controlables en el día a día como los hábitos alimenticios adecuados, la realización de actividad
física regular o la eliminación de hábitos tóxicos, «pueden evitar el riesgo de los altos cargos de sufrir daños cerebrales o aquellas enfermedades para las que tengan una mayor predisposición».
Así, el experto enumera hasta un total de diez soluciones para prolongar la salud de los altos ejecutivos y, en especial, su bien más preciado, «el cerebro». La primera de las recomendaciones pasa por fomentar las ‘conductas predictivas’, es decir, todas aquellas que sean controlables en el día a día (alimentación, ejercicio, hábitos tóxicos, etc) y todas aquellas que sean controlables a nivel médico (con o sin medicación).
Además, apuesta por una nutrición adecuada, un horario fijo de comidas, una ingesta a media tarde de fruta, y una ración o tapa de fiambre magro o alimento proteico, con el establecimiento de un descanso de no más de 30 o 45 minutos en todo tipo de reunión o negociación para la hora del almuerzo.
Beber a diario no más de una o dos copas de vino o prescindir de cualquier tipo de licor tras una comida de negocio son otros de los hábitos alimenticios que el alto ejecutivo debe adoptar en su vida diaria.
La actividad física regular es otra de las recomendaciones de este experto, que recuerda que «el directivo no debe nunca prescindir de al menos una hora de ejercicio físico al día», así como controlar o eliminar los hábitos tóxicos, como el tabaco o el alcohol, que evitará el riesgo de sufrir daños cerebrales.
La estabilidad emocional es, además, a juicio de Carcabelos, uno de los principales elementos que determina una buena función cerebral, así como la normalización de ritmos asociados a la sucesión entre vigilia y sueño. «Los viajes y vuelos transoceánicos rompen los ritmos biológicos que abarcan las 24 horas del día divididas en ocho para el sueño y 16 para la vigilia», explica. «Cuando estos ritmos no se normalizan, el directivo sufre alteraciones hormonales y trastornos del sueño», agrega.
En esta línea, la racionalización de la actividad laboral es otro factor importante. «El ‘secuestro’ del tiempo por el trabajo origina problemas de conciliación con la vida familiar y es un condicionante más de la presión psicológica a la que se ve sometido diariamente el ejecutivo», destaca.
Además, dice, los controles diagnósticos realizados con carácter periódico ofrecen una protección personal frente a la enfermedad y demuestran su rentabilidad en la reducción de costes sanitarios a corto, medio y largo plazo, así como el seguimiento farmacológico controlado, que permite garantizar que el ejecutivo cumple adecuadamente el tratamiento.
Finalmente, este experto apuesta por la implantación de un programa preventivo específico para reducir los niveles de estrés que sufre el directivo, ya que «le permite vivir sin miedo hacia los riesgos que puede controlar». «La empresa debe educar y estimular estas conductas preventivas y premiar a los ejecutivos que cuiden su salud», insiste.
ENFERMEDADES DE MAYOR IMPACTO
Las enfermedades que mayor impacto para la salud pueden tener en el alto ejecutivo son, según Carcabelos, los problemas relacionados con alteraciones de los niveles de lípidos o grasas en la sangre, como la hipercolesterolemia o exceso de colesterol (30-40%), los accidentes cerebrovasculares, (como insuficiencia cerebrovascular crónica e ictus), con entre un 6 y un 15%, y los trastornos cardiovasculares (2-10%).
Asimismo, también son frecuentes los trastornos del sistema nervioso de naturaleza psiquiátrica, (como depresión, ansiedad, insomnio y crisis nerviosas), en un 5-15%, y de naturaleza neurológica, como demencia y Parkinson (1-5%), y los problemas relacionados con disfunción cerebrovascular, como la cefalea, y algunos trastornos metabólicos comunes (déficit de ácido, fólico, vitamina B12, hierro, anemia, etc).
Cacabelos dirige desde el Centro Médico EuroEspes un programa de prevención del riesgo cerebral para altos ejecutivos pionero en España que permite conocer con un 95% de fiabilidad sus posibilidades de padecer estas enfermedades muchos años antes de la aparición de los síntomas.
Por lo general, el 90% de los ejecutivos que se somete al protocolo diagnóstico del Centro Médico EuroEspes cree estar sano. De este 90%, se descubre que entre un 25 y un 30% de casos presenta algún tipo de riesgo que en el futuro puede determinar un problema importante de salud. El 10% restante acude por problemas médicos definidos, ya conocidos previamente, y que en la mayoría de los casos están insuficientemente tratados.
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