La Comisión Europea ha adoptado un plan de acción para intentar poner freno a la carga que supone para los sistemas sanitarios y laborales de los Estados miembros los accidentes y las lesiones, que se han convertido ya en la cuarta causa de muerte en el conjunto de la Unión Europea, por detrás de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las dolencias respiratorias, y se cobran la vida de 235.000 europeos al año.
Con una gran incidencia entre la población joven, muchos de los afectados quedan inválidos de por vida o provocan minusvalías crónicas que podrían evitarse. Además, las lesiones están en el origen de casi 7 millones de hospitalizaciones, o lo que es lo mismo, el 11% de los ingresos hospitalarios de la UE. A ello hay que añadir que provocan prácticamente el 20% de las bajas laborales, por lo que suponen un factor importante de reducción de productividad.
El Ejecutivo comunitario quiere, por tanto, que los Estados miembros conviertan la prevención de los accidentes en una prioridad de sus programas nacionales de acción en materia de salud pública, tanto actuales como futuros, programas a los que la Unión Europea aporta ayuda financiera, y quiere asimismo que colaboren con Bruselas en las campañas de información y en la recogida de datos.
«El hecho de que el riesgo de morir en un accidente sea cinco veces mayor en Lituania que en Holanda, nos recuerda la necesidad de hacer más para prevenir muertes innecesarias debidas a los accidentes en toda Europa», declaró al respecto el comisario encargado de la Salud y Protección de los consumidores, Markos Kyprianou.
La iniciativa presentada hoy pretende, por lo tanto, estrechar la colaboración con los Estados miembros para reducir esta causa de muerte en toda la UE. El plan de acción se marca como objetivo convertir los accidentes y las lesiones en una prioridad política y aliviar la carga social que conllevan.
Entre las recomendaciones hechas por la Comisión figura poner en marcha un sistema comunitario de información sobre lesiones, para dar una información completa sobre el problema, los grupos y los hábitos de riesgo. El sistema permitirá evaluar el coste que suponen las lesiones para la salud y comparar los riesgos por países.
También propone intercambiar experiencias sobre ámbitos en que la seguridad constituye un elemento de preocupación, como la circulación vial o el lugar de trabajo, donde los resultados han sido buenos. No han sido igual de buenos en áreas como el hogar, las actividades de ocio o el deporte.
Se sugiere, igualmente, poner en marcha una red comunitaria con la colaboración de la Comisión y las autoridades sanitarias y de protección al consumidor de los Estados miembros, así como formar a profesionales de la salud y potenciar la formación de maestros, trabajadores sociales, arquitectos y comerciales sobre los peligros de los accidentes y las medidas de seguridad.
Los Estados miembros podrían, de igual forma, elaborar planes nacionales específicos para la prevención de lesiones. Las campañas de información, mientras, estarían destinadas a informar al público en general.
NIÑOS Y PERSONAS MAYORES
Este plan pone el acento en la seguridad de niños, adolescentes y personas mayores y se concentra también en los usuarios vulnerables, como ciclistas, peatones o usuarios de transporte público, por ejemplo. También intenta prevenir lesiones deportivas, automutilaciones, incluyendo el suicidio, violencia doméstica y agresiones en el hogar.
Ahora la Comisión hará una recomendación a los ministros sobre este asunto, que será abordado por el comisario Kyprianou durante la primera conferencia europea sobre prevención de lesiones y promoción de la seguridad que se celebrará en Viena, organizada por la presidencia de turno de la UE.
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